Puntos de secuela por cervicalgia y lumbalgia: cómo se valoran y qué puedes reclamar tras un accidente

Cuando sufres un accidente de tráfico, es habitual que aparezcan dolores cervicales y lumbares que, en muchos casos, persisten incluso después del tratamiento médico inicial. A lo largo de mi experiencia como perito médico especializada en accidentes, veo cada semana personas que llegan a consulta con cervicalgia y lumbalgia postraumática que no terminan de resolverse y que generan preocupación, limitaciones y, sobre todo, muchas dudas sobre qué pueden reclamar y cómo se valoran esas secuelas.

En este artículo quiero explicarte de forma clara y rigurosa cómo funciona la valoración de puntos de secuela por cervicalgia y lumbalgia, qué factores influyen en esa puntuación y qué pasos puedes seguir para reclamar una indemnización justa.

Mi objetivo es que puedas entender todo el proceso sin tecnicismos innecesarios y con la tranquilidad de saber cómo se evalúan estas lesiones desde el punto de vista médico y pericial.

¿Qué son la cervicalgia y la lumbalgia postraumática?

Tras un accidente, especialmente de tráfico, uno de los efectos más comunes es el latigazo cervical, un movimiento brusco del cuello que provoca tensión e inflamación en los músculos, ligamentos y articulaciones cervicales. Esto da lugar a la cervicalgia, un dolor localizado en la región del cuello que puede ir acompañado de:

• rigidez al mover la cabeza.

• dolor irradiado a hombros o brazos.

• mareos.

• cefaleas tensionales.

• sensación de inestabilidad.

• contracturas persistentes.

La lumbalgia postraumática, por su parte, afecta a la zona baja de la espalda. Puede aparecer por el impacto del accidente, por la postura en el momento del siniestro o por el propio movimiento reflejo del cuerpo al intentar protegerse. Sus síntomas más frecuentes son:

• dolor agudo o sordo en la parte baja de la espalda.

• limitación para agacharse o inclinarse.

• rigidez lumbar matutina.

• irradiación hacia glúteos o piernas (ciatalgia).

• sensación de debilidad o sobrecarga lumbar.

Aunque muchas personas mejoran en semanas, otras sufren síntomas persistentes que limitan actividades tan simples como dormir, trabajar frente al ordenador o conducir. Cuando estos síntomas se mantienen después del tratamiento adecuado, se consideran secuelas.

¿Por qué un accidente provoca dolor persistente en cuello y espalda?

Los mecanismos del dolor postraumático son complejos y combinan factores físicos, neurológicos y, a veces, incluso emocionales. No se trata solo del impacto, sino de todo lo que ocurre en el cuerpo a partir de ese momento.

Algunas causas habituales son:

Lesiones de tejidos blandos

Los músculos y ligamentos pueden sufrir microdesgarros que no siempre se ven en pruebas de imagen, pero que provocan inflamación y dolor prolongado.

Alteración de la biomecánica

Tras un traumatismo, la musculatura puede quedar en un estado de contracción permanente, generando:

• rigidez.

• pérdida de movilidad.

• aparición de puntos gatillo.

• dolor crónico mecánico.

Cambios en el disco intervertebral

En algunos casos, el accidente puede agravar protrusiones discales previas o generar una nueva lesión discal.

Sensibilización del sistema nervioso

Cuando el dolor se mantiene en el tiempo, el sistema nervioso puede volverse más sensible a estímulos normales, haciendo que duela incluso movimientos que antes no generaban molestia.

Estos mecanismos explican por qué una persona puede presentar una cervicalgia o lumbalgia real y persistente aunque las pruebas salgan normales. La medicina pericial reconoce perfectamente estas situaciones cuando están bien documentadas.

Cómo realizo la evaluación médica de las secuelas

La valoración de una secuela es un proceso clínico detallado, estructurado y muy diferente a una consulta médica convencional. Mi labor como perito médico consiste en determinar si existe secuela, qué impacto tiene en tu vida y cuál es la puntuación adecuada según el Baremo.

Una valoración del daño corporal rigurosa incluye:

Historia clínica completa

Reviso:

• cómo ocurrió el accidente.

• cuándo aparecieron los síntomas.

• su evolución.

• los tratamientos recibidos.

• si hubo bajas laborales.

• si hay limitaciones funcionales persistentes.

El relato del paciente es fundamental, pero siempre debe estar contrastado con la documentación médica.

Exploración física específica

Evalúo:

• movilidad cervical y lumbar (flexión, extensión, rotación e inclinación),

• espasmos musculares.

• puntos de dolor a la palpación.

• reflejos osteotendinosos.

• irradiación del dolor.

Una buena exploración permite objetivar signos clínicos incluso en ausencia de alteraciones radiológicas.

Pruebas complementarias

Aunque no siempre son necesarias, pueden incluir:

• Radiografías

• Resonancia magnética

• Electromiografía

• Tomografía computarizada

El objetivo no es “acumular pruebas”, sino demostrar la consistencia del cuadro clínico.

¿Cómo se asignan los puntos de secuela por cervicalgia y lumbalgia?

Aquí comienza la parte clave: traducir la lesión y sus consecuencias a puntos según el Baremo de Tráfico.

Es importante tener en cuenta que:

• No se asignan puntos por tener una lesión, sino por tener una secuela persistente.

• La secuela debe mantenerse después del tratamiento rehabilitador adecuado.

• Debe existir coherencia clínica, es decir, que lo que cuenta el paciente coincida con la exploración y la evolución médica.

Puntuaciones habituales

El baremo contempla:

• Cervicalgia residual → entre 1 y 5 puntos.

• Lumbalgia residual → entre 1 y 5 puntos.

En casos más complejos, especialmente cuando existen lesiones estructurales, la puntuación puede aumentar.

Factores que influyen en la puntuación

La valoración depende de:

• intensidad y frecuencia del dolor.

• limitaciones funcionales.

• reducción de movilidad.

• hallazgos exploratorios objetivos.

• alteraciones en pruebas de imagen.

• impacto en la actividad laboral o deportiva.

• persistencia de síntomas tras la rehabilitación.

Como perito médico, mi tarea es justificar de forma rigurosa cada punto asignado, basándome en criterios médicos y legales.

¿Cuánto vale cada punto de secuela?

El valor económico de un punto de secuela depende de varios factores:

Edad del lesionado

Cuanto más joven eres, mayor indemnización por punto.

Número total de puntos

Los puntos no se suman de forma lineal; existe una tabla que los acumula con coeficientes crecientes.

Perjuicios adicionales

Además de los puntos por secuela, puedes reclamar:

• perjuicio personal particular.

• días de baja médica.

• pérdida de calidad de vida.

• perjuicio patrimonial (gastos, desplazamientos, tratamientos).

• pérdida de ingresos.

Por eso es fundamental presentar toda la documentación médica y económica desde el inicio.

¿Cómo reclamar una indemnización por puntos de secuela?

Existen dos vías principales:

Vía extrajudicial

La aseguradora revisa la documentación y hace una oferta. Mi informe pericial independiente suele ser determinante para conseguir una valoración más justa.

Vía judicial

Si no hay acuerdo, el caso puede ir a juicio. En ese escenario:

• comparezco como perito.

• explico al juez la valoración.

• justifico los puntos asignados.

• respondo a las preguntas del abogado contrario.

Un informe bien elaborado y bien defendido tiene un peso enorme en la decisión judicial.

Casos que veo habitualmente en consulta

Para que te hagas una idea real, estas son situaciones muy frecuentes:

• Pacientes que, pese a hacer fisioterapia, siguen con dolor cervical al girar o inclinar la cabeza.

• Conductores que, meses después del accidente, siguen con molestias lumbares al permanecer sentados mucho tiempo.

• Dolor cervical que provoca cefaleas recurrentes.

• Lumbalgia con irradiación leve que limita actividad física habitual.

• Cuadros sin hallazgos en resonancia, pero con exploración claramente positiva.

Todos ellos son perfiles en los que, si tras el tratamiento persisten síntomas, es posible valorar la existencia de secuelas.

¿Qué puedo aportar como perito médico?

Mi papel no es solo valorar, sino acompañarte:

• Analizo tu caso con detalle.

• Evalúo la existencia de secuelas y su puntuación.

• Elaboro un informe pericial riguroso y comprensible.

• Defiendo el informe si es necesario en sede judicial.

La objetividad y claridad del informe son fundamentales para que puedas reclamar correctamente lo que te corresponde.

Conclusión

La cervicalgia y la lumbalgia postraumática son lesiones frecuentes tras un accidente de tráfico y, cuando dejan molestias persistentes, pueden convertirse en secuelas indemnizables. La valoración de los puntos de secuela por cervicalgia y lumbalgia requiere un análisis médico meticuloso y una interpretación adecuada del Baremo de Tráfico.

Si necesitas una valoración completa o tienes dudas sobre si tus síntomas pueden considerarse una secuela, estaré encantada de ayudarte a revisar tu caso y orientarte sobre los pasos a seguir.

más información

Preguntas frecuentes

• ¿Cuánto pagan por punto de secuela?

  El valor de cada punto de secuela depende de la edad del lesionado y del total de puntos reconocidos, aunque de forma orientativa suele situarse entre 800 € y 1.200 € por punto. Las personas más jóvenes reciben una indemnización mayor por cada punto, y además del valor específico de la secuela también pueden sumarse otros conceptos como gastos médicos, días de baja, tratamientos de rehabilitación o perjuicios personales derivados del accidente, por lo que la compensación final suele ser superior a la cifra base por punto.

• ¿Cuánto tiempo se está de baja por una cervicalgia?

  La duración de la baja por cervicalgia varía según la intensidad del dolor, el tipo de lesión y la respuesta al tratamiento. En los casos más leves puede durar entre una y tres semanas, mientras que en cervicalgias moderadas puede prolongarse durante varias semanas más. Cuando el cuadro es persistente, con contracturas intensas o irradiación hacia los brazos, la baja puede extenderse durante uno, dos o incluso tres meses, siempre en función de la evolución clínica y la necesidad de continuar con la rehabilitación.

• ¿Qué secuelas pueden provocar la lesión cervical?

  La lesión cervical puede dejar secuelas cuando el dolor persiste después del tratamiento adecuado. Las más frecuentes son el dolor crónico al mover el cuello, la rigidez y la pérdida parcial de movilidad, las cefaleas tensionales, los mareos asociados a contracturas musculares, la irradiación del dolor hacia los hombros o brazos y la dificultad para mantener posturas prolongadas como trabajar sentado o conducir. Si estos síntomas se mantienen en el tiempo y están bien documentados, pueden valorarse como secuelas indemnizables conforme al Baremo de Tráfico.