La importancia del informe pericial en una negligencia médica


Hablar de negligencia médica no es fácil. Como médico, entiendo lo complejo que es valorar el trabajo de otros compañeros, porque la mayoría actuamos con vocación y con la intención sincera de ayudar al paciente.
Pero también sé que hay situaciones en las que las cosas no se hacen bien —por error, por descuido o por falta de información— y que eso puede causar un daño real.
En estos casos, mi responsabilidad como perito es estar del lado del paciente, analizar con objetividad lo ocurrido y ayudarle a obtener la indemnización que le corresponde.
En este artículo veremos todo lo relacionado sobre el informe pericial en una negligencia médica.
Veamos primero qué se considera una negligencia médica.
¿Qué es y qué no es una negligencia médica?
La negligencia médica no es cualquier complicación tras un tratamiento. Para que una actuación pueda considerarse negligente tiene que haber una desviación clara de lo que sería la buena práctica clínica.
Por poner algunos ejemplos:
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Que durante una cirugía se quede dentro del cuerpo del paciente una gasa o una herramienta es algo que no debería ocurrir, y que siempre es indemnizable.
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También lo es operar una zona equivocada (la pierna a intervenir era la derecha y se operó la izquierda).
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Cometer errores evidentes en un diagnóstico por imagen, como no detectar una lesión que era claramente visible en una radiografía o resonancia.
Ahora bien, no todas las secuelas o complicaciones son negligencias.
Hay muchas variables que pueden influir en el resultado de un tratamiento: factores anatómicos, tolerancia del cuerpo, riesgos inherentes a la técnica… Y para eso existe el consentimiento informado, que es clave en estos casos.
El consentimiento informado: una pieza clave
Cuando un paciente se somete a una intervención o tratamiento, debe recibir previamente una explicación clara y por escrito de los riesgos asociados. A esto lo llamamos consentimiento informado.
Si no se entrega adecuadamente —por ejemplo, si se firma justo antes de entrar a quirófano o no está detallado el riesgo que finalmente ocurre—, puede considerarse un defecto de información. Y si el paciente no fue debidamente informado, ese daño puede ser reclamable, incluso aunque el procedimiento haya sido técnicamente correcto.

¿Cómo se elabora el informe pericial de una posible negligencia médica?
Aunque cada caso es diferente, el procedimiento que sigo para valorar una posible negligencia médica es bastante claro y estructurado.
Te lo explico paso a paso para que sepas qué puedes esperar si decides contactar conmigo.
Lo primero es que vengas a consulta. Ahí me cuentas con calma todo lo que has vivido: qué te ocurrió, qué tratamiento recibiste, cómo te encuentras ahora y qué limitaciones te han quedado. Es importante que traigas toda la documentación médica que tengas, porque eso nos ayudará a entender bien lo que ha pasado.
Después de escucharte, realizo una exploración médica para comprobar tu estado actual y contrastarlo con todo el historial clínico. Con esa información preparo un informe médico-pericial en el que valoro aspectos como:
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El tiempo que pasó hasta que tu situación se estabilizó.
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Si hubo ingresos hospitalarios o necesidad de rehabilitación.
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Qué secuelas te han quedado y cómo afectan a tu calidad de vida.
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Si has desarrollado alguna discapacidad o limitación laboral.
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Si necesitas apoyo de familiares o ayuda de una tercera persona.
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Qué gastos has tenido (transportes, tratamientos privados, hoteles, etc.).
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Si hay un perjuicio económico porque ya no puedes trabajar igual que antes.
Ese informe es la base para cualquier reclamación. Te lo entrego personalmente y, si tu abogado lo considera necesario, puedo acudir al juicio para ratificarlo.
En ese caso, me encargo de explicarle al juez, con palabras claras y sin tecnicismos, qué te ha pasado, en qué situación estás ahora y por qué considero que no se actuó correctamente desde el punto de vista médico.
En definitiva, mi trabajo consiste en darle forma médica, legal y humana a lo que tú has vivido, para que puedas defender tus derechos con una base sólida.
¿Qué tipos de errores médicos pueden dar lugar a una reclamación?
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Material quirúrgico olvidado dentro del cuerpo (oblítoma).
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Intervenciones en la zona equivocada del cuerpo.
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Fallos graves en la interpretación de pruebas diagnósticas (radiografías, TAC, resonancias…).
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Ausencia o defecto en el consentimiento informado.
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Casos donde no se actuó como se esperaba según los protocolos médicos.
También puede haber casos en los que se demuestra que no se actuó con la diligencia adecuada, aunque no haya una intención de hacer daño. En general, los procedimientos penales contra médicos son excepcionales.
Lo más habitual es que la reclamación se plantee por vía administrativa o civil, con el objetivo de obtener una indemnización por los daños sufridos.
La complejidad de demostrar la negligencia
Como perito médico, mi trabajo consiste en analizar el caso con detalle, revisar la historia clínica, estudiar las pruebas y explicar si realmente ha habido un fallo, y si ese fallo ha causado un perjuicio. No es tarea sencilla, porque muchas veces el límite entre una complicación y un error no es tan evidente.
En cirugía estética, por ejemplo, todavía es más difícil, porque los resultados son subjetivos. No basta con que al paciente no le guste el resultado; hay que demostrar que el procedimiento fue incorrecto desde un punto de vista técnico.
¿Cómo te puedo ayudar?
Si crees que has sido víctima de una negligencia médica, puedo ayudarte a valorar tu caso.
Lo primero es analizar si hay indicios razonables de que la actuación médica fue incorrecta y si hay pruebas suficientes para reclamar.
Podemos empezar con un informe de viabilidad, para ver si realmente hay base para iniciar un procedimiento. Y si lo hay, redactaré un informe pericial completo que podrá utilizarse tanto en una reclamación extrajudicial como en un juicio.
Preguntas frecuentes sobre el informe pericial en una negligencia médica
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¿Cuánto te pueden indemnizar por negligencia médica?
La cuantía de la indemnización depende de muchos factores: el tipo de daño sufrido, el tiempo de recuperación, las secuelas que hayan quedado, los gastos derivados (tratamientos, transporte, etc.) y el perjuicio económico (por ejemplo, si no puedes volver a trabajar como antes). No hay una cifra fija. Cada caso es único, y por eso es tan importante contar con un informe pericial bien fundamentado que refleje con precisión todo lo que has vivido.
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¿Qué se requiere para demostrar una negligencia médica?
Lo fundamental para demostrar una negligencia médica es acreditar que hubo un error que se aparta de la buena práctica clínica y que ese fallo provocó un daño real al paciente. Para ello, es necesario contar con toda la documentación médica disponible (informes, pruebas, evolución clínica), una valoración pericial que analice si la actuación fue correcta según los estándares médicos y pruebas que evidencien el perjuicio sufrido. La clave está en exponer de forma clara y objetiva que las cosas no se hicieron bien y que eso tuvo consecuencias.
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¿Cómo se redacta un informe pericial?
El informe lo elaboro tras una consulta médica completa, donde el paciente me cuenta lo ocurrido, aporta su documentación y realizo una exploración física si es necesario. En el informe describo los hechos, analizo la actuación médica recibida, valoro las secuelas, los perjuicios personales y económicos, y explico si considero que ha habido una actuación negligente. Todo se presenta con un lenguaje técnico pero claro, para que pueda ser comprendido tanto por abogados como por jueces.