La mediación sanitaria es un proceso extrajudicial diseñado para resolver conflictos entre pacientes y profesionales o centros sanitarios de forma voluntaria, confidencial y colaborativa. El objetivo es evitar un proceso judicial largo y costoso, favoreciendo el entendimiento y el acuerdo entre las partes.
Este mecanismo resulta especialmente útil en situaciones donde ha existido una controversia médica, pero ambas partes están dispuestas a dialogar para encontrar una solución.
Ventajas frente al proceso judicial
Optar por la mediación sanitaria es especialmente aconsejable en casos de conflictos médicos, ya que evita tener que recurrir a la vía judicial, que suele ser larga, compleja y costosa. Un procedimiento judicial puede extenderse durante años, implicar numerosos trámites y requerir la intervención de múltiples profesionales, generando una carga emocional y económica significativa.
La mediación, en cambio, es un proceso voluntario y colaborativo que se centra en el diálogo entre las partes para alcanzar un acuerdo satisfactorio, de forma más rápida y menos desgastante.
Veamos las ventajas en más detalle punto por punto.
Ahorro de tiempo
La mediación sanitaria permite resolver conflictos en semanas o pocos meses, mientras que un procedimiento judicial puede alargarse durante años. Esto evita dilaciones innecesarias y permite a las partes cerrar el conflicto de forma más ágil.
Menor coste económico
Los costes asociados a un juicio —procuradores, abogados, peritos judiciales, tasas, etc.— son significativamente mayores que los de un proceso de mediación. Esta vía alternativa resulta mucho más accesible desde el punto de vista económico.
Mayor control de las partes sobre el resultado
En la mediación, las partes son protagonistas activas del proceso y pueden llegar a acuerdos personalizados. A diferencia de un juicio, donde decide un juez, aquí las decisiones se toman de común acuerdo, lo que aumenta la satisfacción con el resultado.
Clima menos confrontativo, orientado al entendimiento
La mediación está diseñada para facilitar el diálogo y la comprensión mutua. Esto reduce tensiones y permite abordar el conflicto desde una perspectiva constructiva, en lugar de entrar en una dinámica de acusación y defensa.
Confidencialidad garantizada
Todo lo que se dice o se aporta durante las sesiones de mediación es confidencial y no puede utilizarse en un juicio posterior. Esta protección favorece una comunicación más abierta y sincera entre las partes.
Posibilidad de preservar la relación entre paciente y profesional
A diferencia del proceso judicial, que suele romper por completo la relación entre las partes, la mediación permite resolver el conflicto sin deteriorar —e incluso, en algunos casos, restablecer— el vínculo profesional-paciente. En este espacio más humano y dialogado, incluso es posible que el paciente escuche la explicación o la disculpa que motivó la reclamación, lo que ayuda a cerrar heridas, afrontar el duelo y avanzar hacia una resolución más reparadora.
Participación del perito médico como figura técnica imparcial
El perito médico no solo aporta objetividad al proceso, sino que ayuda a aclarar términos clínicos, contextualizar las actuaciones médicas y facilitar que ambas partes comprendan los hechos desde una perspectiva profesional y neutral.
¿Qué papel cumple el perito médico en la mediación?
El perito médico actúa como una figura clave en el proceso de mediación. No solo analiza la documentación clínica y emite un informe técnico con criterio médico-legal, sino que también participa activamente en las reuniones con ambas partes, explicando en términos comprensibles:
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Qué ocurrió desde el punto de vista médico.
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Qué consecuencias ha tenido.
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Qué criterios legales y médicos se pueden aplicar para valorar el daño o la actuación clínica.
Este acompañamiento aporta claridad, reduce tensiones y facilita que ambas partes tengan una base objetiva sobre la que dialogar.
Fases del proceso de mediación
- Análisis documental inicial
Se recopilan y analizan los informes médicos, pruebas diagnósticas y cualquier documentación relevante para tener una visión completa del caso.
- Primera reunión con los reclamantes
Se escucha activamente a los pacientes o familiares, recogiendo sus inquietudes y puntos de vista. Esta fase es esencial para generar un entorno de confianza.
- Informe técnico y propuesta de acuerdo
El perito médico redacta un informe en el que valora la viabilidad del caso y propone, si es posible, una fórmula de compensación o resolución.
- Reunión conjunta para la presentación de la propuesta
Se exponen los resultados y se abre el diálogo entre las partes. Si no se alcanza un consenso, pueden realizarse reuniones adicionales con nuevas propuestas ajustadas.
- Informe final de conclusiones
En caso de acuerdo, se deja constancia del mismo de manera formal. Si no lo hay, se emite un informe final que resume el proceso.
Confidencialidad y valor jurídico
Todo el proceso de mediación es confidencial. Ninguna de las partes puede utilizar lo dicho o aportado durante las sesiones como prueba en un proceso judicial posterior, lo que favorece un diálogo más abierto y honesto.
¿Cuándo es recomendable recurrir a la mediación?
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Cuando existe voluntad de diálogo por ambas partes.
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En casos de errores médicos sin mala praxis evidente, pero con consecuencias.
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Cuando se desea evitar un proceso judicial largo.
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Cuando se busca preservar la relación entre el paciente y el centro o profesional.